martes, 8 de diciembre de 2009

Revival

De heladas, vacunos y envidos*

El tío y el sobrino
jugando al truco
en un colectivo.

Con lenguaje vanguardista
-esa irónica manía-
iban divertidos.

El tío comentaba
que la mina estaba buena
aunque no encandila.

El sobrino sonreía
sin atención
(Flor de tirada)

Asiduos viajantes.
Quiero ser su amante,
el tío pensó.

¿Son sus ojos inocentes?
- Quiero vale cuatro.
¡Te agarré, cobarde!

Vidrios empañados
Y pasan a las buenas.
Me gusta de veras.

Una mañana cualquiera
a bordo de un treintaicuatro.
Viento y lluvia bajo cero.

El cargadero
hace un par de cuadras
Se bajan la mitad
de los carneros.

Avanza una parada.
Desciende la mitad
restante.

El vacío es inhumano
con tanto fresco
despilfarro.

- ¿Y la mina?
- Bajó en Murillo.
Nunca me gustó
perseguir al ganado.


*publicada en la revista Magazín Literario - 1997

sábado, 5 de diciembre de 2009

Azar

Mi amiga, la antropóloga:
Ella escucha The Cure, y planea casarse en un futuro cercano. Aún no se ha separado, digo, por este tema del blog. Sí, es verdad, lo ha pensado. Pero no. Es verdad que tampoco pudo hablar con su novio todavía.
Para conocerla habría que saber algo de su historia. Veamos.
Siempre ha estado muy atenta a todo, siempre fue la que se encargaba de todo en las vacaciones de todas, por mencionar sólo un ejemplo. Aún si íbamos por separado, ella se encargaba de hacernos llamadas previas al viaje sobre si nos habíamos acordado de mirar el pronóstico del tiempo para el lugar que habíamos elegido.
Pero aquella vez que me interesa contar, aquella única vez, había dejado cosas al azar, y se encontró sola con su alma en el barrio de Belgrano, en Pampa y Cabildo, exactamente, a las 3 de la mañana, portando tan sólo una billetera vacía y un puñado de monedas que no alcanzaban ni para dos palitos de la selva. No interesan los motivos por los cuáles así se encontraba, sino lo que sucedió en ese momento. Así la conoció Martín: hurgando en su billetera, en su cartera, en sus bolsillos, con la intención de lograr tomarse un colectivo o poder conseguir algún taxi vacío por ahí y evitar seguir mojándose, absorbiendo todo el frío helado de aquel 7 de agosto.

Martín:- ¿Puedo verlas?
la antropóloga:- ¿...?
Martín:- Si me las mostrás...
la antropóloga:- ¿Si te muestro qué?
Martín:- Tus alas...

El desconcierto, y unas copas de más, hicieron que mi amiga (en aquél momento todavía estudiante de antropología) se echara a reir y se diera vuelta para mostrarle sus alas de angelito un tanto empapado (fuera alusiones de cualquier tipo).
Así comenzó su historia de amor; historia que, aparentemente por lo que me contó el otro día, estaría por terminar.
Qué injusticia, porque ella, que tan poco deja al azar, en una oportunidad en que dejó de controlarlo todo, se enamoró. Y de la misma manera, el amor se le vuelve a ir, porque no tuvo en cuenta todo, dejó cosas sin manejar, no reaccionó a tiempo o lo que fuera.


Preguntas importantes

(yo) - ¿Es necesario que postee todos los días?
(blogger adulto, en adelante:B.A.) - Bueno, con la cotidianeidad necesaria para atrapar a los lectores, sin aburrirlos ni abrumarlos.
(yo)- ¿Y cómo llego a esa frecuencia?
(B.A.)- Simplemente es algo instintivo, intuitivo.
(yo)- ¿instintivo? Me mareás. ¿Acaso la escritura no es algo cultural?
(B.A.)- Instintivo. Instinto de supervivencia para un escritor.
(yo)- Ahhhh. ¿Y con intuitivo?
(B.A.)- Se refiere a tu intuición, ¿a vos qué se te ocurre con eso?
(yo)- Yo soy intuitiva... bah, eso creo, por ejemplo, el otro día cuando abrí el toldo para...
(B.A.)- Disculpame, me tengo que ir a postear en Blogs Amigos (Bs.As.) Otro día la seguimos.
Vas bien! Seguí así! (y me recordó a las frases hechas de las maestras de la primaria cuando no tenían qué comentar)
Parece que es costumbre postear en blogs amigos, y ser lector de blogs amigos. Se escribe y se lee y se comparte. Ya aprenderemos.
¡Qué bueno tener un B.A. que me dé bolilla!, pensé
Y me fui cantando Joshua in the battle of Jericho, la parte que dice "and the wall can tum bling down" -yes, yes.